¿Alguna vez has cerrado los ojos al servirte una taza de café y sentido cómo un aroma a cacao tostado o fruta madura invade tu nariz? Esa experiencia no es casualidad: es el resultado de un viaje cuidadoso, desde la finca hasta tu taza. Hoy te invitamos a profundizar en ese viaje con una herramienta poderosa: la cata de café. No necesitas ser un barista profesional ni tener un laboratorio. Con una bandeja, agua caliente y atención plena, puedes descubrir matices que antes pasaban desapercibidos.
En Magnagaea, creemos que el café de especialidad no solo se disfruta, se entiende. Y la cata es el puente perfecto entre el paladar y el conocimiento.
Respuesta rápida: La cata de café en casa es un método estandarizado por la Asociación de Cafés Especiales (SCA) que te permite evaluar de forma objetiva y sensorial el aroma, sabor, acidez, cuerpo y equilibrio de tus granos, usando herramientas simples como cuencos, cucharas de cata y una báscula.
¿Qué es la cata de café y por qué deberías practicarla?
La cata no es solo probar café; es una disciplina. Es mirar, oler, sorber y reflexionar. Es el lenguaje universal que usan productores, tostadores y catadores para hablar del mismo grano con las mismas palabras. Siguiendo el protocolo de la Specialty Coffee Association (SCA), puedes transformar tu cocina en un laboratorio sensorial donde cada taza revela su historia: el microclima de la finca, el proceso de beneficio, el tueste artesanal.
Imagina comparar un café natural de fruta fermentada con un lavado limpio y brillante. Sin cata, quizás notes que “uno sabe más fuerte”. Con cata, identificas que el primero tiene un regusto a ciruela madura y cuerpo sedoso, mientras el segundo destaca por su acidez cítrica y una taza limpia que desaparece suavemente.
El equipo esencial: simple, accesible, preciso
No necesitas un kit costoso. Lo fundamental es la consistencia. Aquí lo que debes tener:
- Molinillo de café: clave para una molienda uniforme, tipo arena gruesa. Asegúrate de limpiarlo entre muestras para evitar contaminación cruzada.
- Cuencos de catación: de vidrio templado o cerámica, idénticos entre sí, que contengan entre 207 y 266 gramos de agua.
- Cucharas de cata: con cuenco profundo para sorber con fuerza y distribuir el café por todo el paladar.
- Báscula de precisión: indispensable para respetar la proporción de 8,25 g de café por 150 g de agua (el “Golden Cup Standard” de la SCA).
- Hervidor de agua: calienta el agua a 93 °C (200 °F), con un TDS entre 125 y 175 ppm para una extracción equilibrada.
- Formulario de cata SCA: lo puedes descargar o imprimir. Es tu hoja de ruta sensorial.
Y el entorno: luz natural, ausencia de fragancias, silencio y una temperatura agradable. Tu nariz y paladar merecen condiciones óptimas.
El ritual paso a paso: de grano a evaluación
1. Mide y muele con intención
Comienza con granos enteros. Pesa 8,25 gramos por taza. Muele inmediatamente antes de usar. Al abrir el molinillo, inhala: ese aroma seco —a nuez, a miel, a tierra húmeda— es tu primera pista sensorial. Anótalo. Cubre las tazas para preservar el aroma hasta el momento del riego.
2. Infusión: el momento de la corteza
Vierte agua a 93 °C sobre el café molido hasta alcanzar los 150 ml. Observa cómo el café se hincha, burbujea, forma una corteza. Déjalo reposar entre 3 y 5 minutos. Este es el momento de la fragancia húmeda: acércate, inhala profundamente. ¿Notas flores? ¿Chocolate? ¿Cítricos?
3. Rompe la corteza y sorbe con técnica
Con la cuchara, rompe la capa superior tres veces, revolviendo suavemente. Inhala de nuevo: el aroma se libera con intensidad. Luego, toma una cucharada y súrbala con fuerza, como si quisieras enfriarla. Esto atomiza el líquido, distribuyéndolo por todo el paladar. Escucha el sonido: es parte del ritual.
Evaluar como un experto: los atributos de la excelencia
Fragancia y aroma: el primer encuentro
La fragancia seca (antes del agua) y el aroma húmedo (después de romper la corteza) se evalúan por intensidad y calidad. Un café con aroma a vainilla y almendra tostada puede puntuar 8,5. Uno con notas débiles o apagadas, 6,5.
Sabor, regusto y acidez: el corazón de la cata
A los 71 °C (160 °F), evalúa el sabor: ¿es dulce, ácido, salado, amargo? Un buen café equilibra estos sabores. El regusto —lo que queda después de tragar— debe ser persistente y agradable. La acidez, a los 60 °C (140 °F), no es defecto: es vitalidad. Una acidez refinada, tipo manzana verde o uva blanca, suma puntos. La clave está en el equilibrio.
Cuerpo y uniformidad: la textura y la consistencia
El cuerpo es la sensación en boca: ¿es ligero como el té o denso como el jarabe? En Magnagaea, buscamos un cuerpo completo, rico pero no pesado. La uniformidad se prueba con 5 tazas por muestra. Si una sabe distinto, hay un problema: grano defectuoso o inconsistencia en el proceso.
Dulzura y taza limpia: el sello del especialista
Al enfriarse, el café revela su dulzura real. Un café de especialidad debe tener dulzura perceptible, no azucarada, sino integrada. La “taza limpia” significa ausencia de defectos: no tierra, no vinagre, no humedad. Cada defecto restará puntos en la evaluación final.
Puntuación final: ¿es café de especialidad?
El formulario SCA suma puntos por atributos positivos y resta por defectos. Cada “mancha” (defecto leve) resta 2 puntos; cada “falla” (defecto abrumador) resta 4. El resultado define la categoría:
- 90–100: Excepcional – Especialidad
- 85–89,99: Excelente – Especialidad
- 80–84,99: Muy bueno – Especialidad
- Menos de 80: No especialidad
En Magnagaea, todos nuestros cafés superan los 85 puntos. No por ambición, sino por compromiso: con el origen, con el sabor real, con la tierra que los nutre. Conoce más sobre nuestro origen en Valle del Cauca y cómo el cultivo sostenible transforma comunidades.
Conviértete en tu propio catador
No necesitas puntuar. Puedes usar la cata como un diario sensorial: anotar qué notas, qué te recuerda, qué te emociona. Es una forma de conectar con el café más allá del impulso matutino. Y si quieres ir más lejos, domina otros métodos de extracción. Aquí te enseñamos cómo sacarle el máximo provecho a tu guía de extracción con V60 o cómo ajustar tu molienda para espresso.
Preguntas frecuentes
¿Se puede hacer cata con cualquier café?
Sí, pero los cafés de especialidad ofrecen más complejidad y limpieza, lo que facilita identificar atributos.
¿Cuántos tipos de café debo probar en una sesión?
Mínimo tres, para tener puntos de comparación. Idealmente con diferentes procesos: natural, lavado, honey.
¿Qué temperatura ideal para evaluar cada atributo?
Fragancia húmeda: 3–5 min después del riego. Sabor: 71 °C. Acidez y cuerpo: 60 °C. Dulzura y limpieza: temperatura ambiente.
¿Dónde consigo un formulario de cata SCA?
Está disponible en línea. Búscalo como “SCA Cupping Form” y descarga la versión oficial.
¿La cata sirve solo para comparar granos o también para ajustar mi extracción diaria?
Ambas. Te ayuda a elegir tus cafés favoritos y a entender cómo el tueste, la molienda o el agua afectan el resultado final.
Explora nuestra colección de cafés de especialidad y vive una cata en cada taza.